Inteligencia Política
Las decisiones finales, en política, siempre conllevan un alto costo y un elevado riesgo. La inconformidad, el enojo, y el oportunismo, son compañeros de viaje.
De la reacción a la razón, hay otros riesgos adicionales. El chantaje y el “me voy a otro partido”, pretenden confundir y debilitar a los líderes que tomaron la decisión, que a juicio de quienes no ganaron, siempre será equivocada, amañada, impuesta y por supuesto, injusta.
El único remedio, se dice fácil: Unidad. Pero quien está molesto, arrepentido y se siente lastimado, no entiende el mismo concepto. Unidad es un tema, que admite muchas interpretaciones y usos.
Por eso, cuando un candidato a gobernador, entiende esas situaciones personales, propias de la calidad humana y tiene la experiencia de evaluarlas en sus dimensiones reales de peligro, hace de la unidad, una estrategia política, en la cual, asegure a todos, los que no ganaron, una razón de ganar, todos ganamos.
Alejandro Armenta, sabe bien, que con inteligencia y humildad, debe convocar a cada uno de los perdedores a un ejercicio de unidad. Mantenerse unidos y eficientes, es una actitud de inclusión real y un compromiso de quien será gobernador de Puebla en este año.
Efemérides
Alejandro Armenta, realiza una estrategia de atención y respeto a la dignidad de todos los aspirantes a diputados federales que no salieron nominados. Su estrategia es una innovación en la práctica política electoral.
Inteligencia Política
Todas las elecciones tienen un margen de inseguridad, de insatisfacción, que mueven a la previsión. Un líder debe calcular todos los efectos de sus decisiones y más cuando, no son del todo suyas.
Los objetivos de la jerarquía de un partido o coalición siempre serán, un poco diferenciados de los del candidato principal,. Es cierto que les interesa ganar la elección, pero al candidato le interesa ganarla de una manera especial, Eso hace la diferencia,.
Armenta ha comprometido para Claudia Sheinbaum, 2 millones de votos y estas meta, exige estrategias diferentes a las que, el liderazgo del partido pudiera acudir.
Convertir a cada compañero de partido o a cada partido de la coalición en promotores eficientes de votos, es una tarea que se antoja normal, pero aquí, frente a una meta deseable, adquiere sentido de compromisos reales.
Ningún candidato puede darse el lujo de perder adeptos. Todos valen lo mismo, o sea, todos son muy importantes para ganar. De ahí que una estrategia de conciliación política, es un acierto.
NOTAS DEL EDITOR
Esta estrategia de conciliación política, con quienes no obtuvieron un objetivo, es una innovación en la praxis electoral y asegura que todos, independientemente del lugar donde se encuentren, puedan tener certidumbre en que, ganarán algo, de lo que gane la coalición y el candidato. Así, no puede también despreciar participar con entusiasmo y eficiencia,